Ruta: Subida al Terril desde
la carretera de Pruna a
Algámitas.
Fecha: 27-8-07
Participantes: Elvira, Karmelo
Comentarios: Ascensión fácil y
rápida al techo de Sevilla; evitar días calurosos de verano.
Entrando en el pueblo de Olvera, quizás mejor por su entrada Este, se ha de ir a Pruna, y pasado éste pueblo, coger la carretera de Algámitas. Antes del Puerto del Zamorano y poco después de pasar una ermita situada en el exterior de una cerrada curva a la derecha, hay una amplia explanada a la izquierda donde aparcar el coche.
0:00 Salimos a las 12:21 caminando hacia la izquierda por la
carretera unos 200
metros, continuando dirección Algámitas, hacia un evidente barranco
por el que
subiremos. Al
pie del barranco, pocos metros después de una
señal que
marca el punto kilométrico 8, unos hitos señalan
el
comienzo de un sendero ascendente. La pendiente es fuerte y a veces
patina un poco pero el camino es claro y se sube sin problemas.
0:13 Se llega a un collado donde hay un pluviómetro. Lo más evidente es ascender directo y seguir toda la loma hacia la izquierda hasta llegar al vértice geodésico del Terril, pero para evitar el subidón inicial, nos dirigimos a un "colladito" ligeramente a la derecha de la loma, y desde allí aprovechamos los múltiples senderos que ha hecho el ganado para ir ganando altura de forma más paulatina.
Camino al Terril, del collado al "colladito"
Subimos muy despacio ya que el calor es agobiante, llegando a la loma principal en un collado poco antes de una amplia cima previa al Pico Terril, y dejando atrás un gran cajón metálico que está en el montículo previo.
Ascensión a la antecima
del
Terril
1:09 Llegamos a la antecima desde donde se ve claramente al fondo el Terril, identificable por su vértice geodésico. Descendemos un poco y enfilamos la última ladera de subida. Un incendio debió arrasar pocos años antes la zona estando todo lleno de restos de arbustos calcinados, y aunque nos facilita el camino al haberlo "limpiado", no deja de ser una tragedia. Un rebaño de cabras aprovecha unos pocos árboles que se salvaron de la quema para conseguir un poco de sombra y huir del calor.
Cima del Terril, vista
desde su antecima
En la subida final un poco de aire nos anima a mejorar ligeramente el ritmo.
1:28 Terril. Nos sentamos un buen rato a descansar en el vértice geodésico, porque aunque ha sido un recorrido corto el calor lo ha hecho largo; evidentemente pleno verano no es la mejor época para el montañismo en estas latitudes, pero los foráneos debemos aprovechar los viajes turísticos si queremos conocer también estas montañas.
El descenso lo hacemos siguiendo la loma en todo momento hasta el collado. Pasamos junto a la gran caja metálica que habíamos visto antes, y que contamina visualmente el paisaje; un botellín de un antibiótico junto a él, nos hace pensar que quizás sea algo de los pastores para controlar el ganado, pero con buenas ganas nos lo llevaríamos, para no dejar basuras en el monte.
Subida desde el collado hasta la
cima,
vista desde el Terril
En poco más de una hora bajando tranquilos llegamos al coche, asados de calor, y con una cierta deshidratación a pesar de haber ido bebiendo bastante.