Ruta: por los Collados de Arratille y de
Mulets
Fecha: 21-4-02
Comentarios: Travesía fácil y bonita, aunque hay que
tener cuidado con la orientación en caso de escasa visibilidad.
Vignemale: desde el Collado de
Arratille
0:00 Salimos a las 8:30
del Refugio
de Wallon(1.865 m) en dirección frente-derecha,
hacia el puente para cruzar el río. El komando arándanos
(usease, la pareja de
Aranda) había salido poco antes. Pasado el puente
nos dirigimos hacia la izquierda
para poco después derivar a la derecha y meternos
al Valle de Arratille,
dirección
sur-este. Toca un largo flanqueo que con nieve no es muy evidente
y es fácil liarse por el arbolado, como nos ocurrió en esta ocasión
siguiendo las huellas de los que nos anteceden. Terminado el bosque el
valle se abre en un llano, girando éste hacia la izquierda.
Valle de ascenso, Gave d'Arratille
Cuando el barranco se estrecha seguimos el curso del río subiendo por nuestra derecha una ladera de fuerte pendiente lateral, aunque la senda de verano suba por la izquierda.
2:00 El barranco gira a la derecha y poco después de pasar un laguito llegamos a una amplia planicie, el Lac d'Arratille (2.247 m) cubierto de nieve, que lo cruzamos por en medio.
Ante el riesgo de que el hielo se rompa lo cruzamos con una cierta prisa, atentos a cualquier grieta o ruido extraño, viéndose al final del lago algún agujero (si no rodearlo por la derecha). El lugar es precioso, y los cinco solos en un valle blanco disfrutamos de la vista de las lomas blancas, el despunte del sol sobre las cimas y las formas redondeadas que toma la nieves sobre el relieve. Observamos con detenimiento los diferentes tipos de aludes caídos los días anteriores, algunas coladas, algún alud de placa, aludes de fusión, ... A los arándanos, ya ni se les ve del ritmo que llevaban, pero nosotros subimos despacito.
Seguimos por el fondo del valle ascendiendo por nuestro lado izquierda, y con la vista puesta en el collado que tenemos enfrente.
Dejamos a la izquierda la ruta
de ascenso Alphonse
Meillon (reseña)
Tras una fuerte subida llegamos a un falso collado, donde podemos ver detrás el verdadero collado, al que se llega flanqueando el pequeño Lac de Col d'Arratille.
3:30 Llegamos al Collado
de Arratille(2.528 m),
donde quedamos deslumbrados con la
vertical vista del Vignemale al
alcance
de la mano. Paramos un rato a disfrutar de la vista, beber y comer.
Descendemos
unos 200 metros y llegamos al circo donde termina el Valle del Ara.
Collados de Mulets (izq.) y Oulettes (dcha.) desde el Collado de
Arratille
No se ven las huellas de los arándanos a causade que la nieve está helada, y las palas que suben al collado des Mulets parecen verticalísimas, casi imposibles de foquear, al igual que la bajada desde el collado de Oulettes. Tras algunas dudas, observando detenidamente la subida y viendo que las coladas venían de la cara sur del circo, decidimos trazar las zetas por la derecha (orientación oeste), en la zona que empezaba entonces a dar el sol y estaba todavía dura. Con las cuchillas y despacito y con buena letra conseguimos llegar a las 13:45 al Col des Mulets o Collado de las Mulas (2.591 m). Quedando ya sólo la bajada, nos relajamos, y disfrutamos del lugar.
Salida de
Wallon y travesía
de Arratille y Mulets hacia el Ref. de Oulettes;
y vuelta del último día subiendo al Collado de
Oulettes y descenso por el valle del Ara,
vistos desde la cima del Vignemale
5:50 Tras más de media hora reanudamos el camino con un excelente descenso al refugio. Primero nos vamos esquiando a la derecha para avistar el coloso del Vignemale, bajando después hacia la izquierda al refugio.
6:45 Refuge
des Oulettes (2.151 m). Reservas 05 62 92 62 97 (reemplazando
el primer
0
por 0033 si se llama desde España), 85 plazas guardado, 30 sin guardar.
En primavera y otoño si está cerrado podrían abrirlo para grupos.
Descanso y relax sin poder apartar los ojos de las imponentes paredes norte del Vignemale, que nos tienen medio hipnotizados. Más tarde, para pasar la tarde nos dedicamos con los arándanos a ensayar/jugar a búsquedas de arvas en la amplia explanada frente el refugio.
A media tarde un par de siluetas se dibujaron en el Col des Oulettes. Por fin parecía que llegaban Arturo y Miguel Ángel desde Panticosa. Pronto nos desilusionamos al ver con el telescopio que nos dejó Karine (la simpática “Guardianne” del refugio), que no eran ellos, no venían esquiando sino que uno iba con crampones y raquetas en la mano, y el otro, sin raquetas ni nada; venían completamente agotados desde Bujaruelo.
A las 19:30, cenita caliente y a las 9 a la cama, listos para el Vignemale.
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