Fecha: 15-9-12
Participantes: Karmelo,
Carolina, Teresa
Comentarios: Ferrata difícil (K4), sólo para gente con
experiencia, aunque hay un primer tramo sencillo que puede
hacerlo
gente menos
experta. Tiene tres puentes, uno de los cuales con sólo un cable para
los pies.
No, no es nuestra ferrata, y sí, se
escribe "incorrectamente" con 'c' y 'q' en lugar de con 'k'
;-) Cuando nos
enteramos que
iban a hacer una ferrata que se llamaba Croqueta enseguida nos
interesamos por el tema. No la hemos bautizado nosotros, sino que su
nombre
viene de que está en unas peñas que llevan el nombre de Croqueta, pero
lamentablemente, aunque inicialmente se llamó Ferrata La
Croqueta1,
al
final por cuestiones político-económico-turístico-comerciales se
decidió poner en
los paneles simplemente de Ferrata de Obarra :-(( pero para
nosotros siempre
seguirá siendo Ferrata La Croqueta (como ponía en el pliego de
condiciones de su construcción). Cuando fuimos a la ferrata teníamos
"información privilegiada" de que ésta ya estaba lista, aunque todavía
no se hubiera inaugurado (a falta de la foto del político de turno), y
en el punto de partida todavía había
un
cartel de no pasar por obras (hayyyy qué pillines que somos), pero
sabíamos que ya se podía hacer.
El punto de partida de la ferrata está poco antes del primer túnel del Congosto de Obarra, yendo desde el Sur. Así lo mejor es dejar el coche en el aparcamiento del Monasterio de Obarra, y caminar 5' por la carretera hacia el túnel, estando el inicio en el lado izquierdo (geolocalización para llegar al lugar de inicio).
Sin prisas, entreteniéndonos por el camino, tardamos 2h 35' en finalizar la ferrata y llegar arriba, de allí por camino de destrepe fácil pero con línea de vida para asegurarse se baja al Paso de la Croqueta, un collado desde donde se desciende hacia la izquierda por sendero bien pisado hasta el pueblo Ballabriga (25' desde la cima), y en el pueblo estuvimos hablando amigablemente con dos de sus 3 habitantes que estaban tomando el sol junto a la fuente. Si se tiene dos coches se puede dejar uno en Ballabriga, sino toca bajada por el GR-18.1, que en gran parte va por la misma carretera, hasta el coche (20' desde Ballabriga).
Y para terminar es muy recomendable visitar después el Monasterio de Santa María de Obarra (información). Vista exterior del Monasterio de Obarra, y vista del interior de la iglesia.
Salvo la primera sección hecha para todos los públicos, el resto de la ferrata es bastante dura, en absoluto de iniciación, ni siquiera de post-iniciación, y sin estrenarse ya ha tenido que ir la Guardia Civil a rescatar gente. Hay pasos largos en los que los bajitos se las verán apurados, y por ello no es recomendable para niños. Conviene además ir fuerte de brazos, y llevar buen calzado con buena adherencia, ya que hay muchos pasos naturales de apoyo en roca y sin grapas, dando en algún punto la sensación de estar casi escalando. Tampoco es recomendable los días calurosos.
El primer tramo de la ferrata es relativamente sencillo (inicio de la ferrata Croqueta), con escapatoria para la gente que no quiera problemas, por ello a nosotros nos resultó poco atractiva, habiendo además una discontinuidad, porque al finalizar esta primera parte se atraviesa una amplia terraza por sendero. Paso de cadena en el primer tramo, con la carretera al fondo. Continúa la ferrata por otro tramo más vertical, que al no haber pasado gente cuando fuimos todavía no estaba limpia, con zonas terrosas, y donde se debía ir con cuidado porque había piedras sueltas (casco más imprescindible que nunca, nos cayó alguna peligrosa); además algunas grapas y pasos no parecen bien puestos (no, no somos de los que nos gustan ferratas sobre-equipadas, al contrario, pero parecen como desplazadas de su línea natural, quizás para clavarlas en roca más estable). Pero cuando la ferrata no nos convencía demasiado pasamos el segundo puente donde la cosa cambia, siendo el resto de ferrata más duro y difícil, con bastantes pasos sin grapas de apoyos naturales, y donde había que mirarse cómo pasar, pero con mejor roca y mucho más limpia, y esas dificultades naturales hicieron que a partir de entonces nos encantara. Salida de la Ferrata con el Monasterio de Obarra al fondo. Y así en conclusión nuestra perspectiva de la ferrata es positiva.
Hay tres puentes que imponen algo de respeto. Al primero se accede fácilmente e impresiona porque se balancea un poco, pero los peldaños están cercanos; el segundo puente tibetano tiene un acceso un poco más difícil llegándose a ella por medio de un árbol donde hay que subirse a unas ramas y sortear otras, estando los peldaños más separados; y el tercer puente tiene el acceso todavía más complicado pero ya no tiene problemas de peldaños, porque simplemente no los tiene, sólo hay un cable para los pies, es un paso de mono.
Tercer puente, paso de mono, de la ferrata croqueta de Obarra
La ferrata está bien equipada de escapatorias, que además están bien señaladas, pero éstas son por medio de rápeles, por lo que hay que llevar cuerda de 40 metros (o 2 de 20), rapelador, y saber realizar las maniobras.
Descripción de la Ferrata de Obarra en el panel informativo
Para finalizar remarcar de nuevo del peligro de caída de piedras hasta que se limpie con el paso de la gente, y repetir que NO es para inexpertos
1 Contrata de
obras de la Ferrata Croqueta
Artículo de
Prames (equipador
de la ferrata) en el suplemento de montañas del Heraldo de Aragón
P.S.: posteriormente han hecho algún repaso y limpiado un poco más de piedras sueltas, pero sobre todo se habrá limpiado mucho más por el paso de la gente.