Sabotaje a las Clavijas de Cotatuero, unas reflexiones

El paso de las Clavijas de Cotatuero, es un acceso a uno de los circos que hay en Ordesa, siendo un tramo de paredes verticales que se supera caminando sobre el vacío, pasando por unas clavijas de hierro, recorrido muy expuesto, solo para gente con sobrada experiencia en trepadas muy expuestas, y sin vértigo. Este paso forma parte de diversas rutas habituales, como la de la Faja de las Flores (reseña), o el camino desde el aparcamiento de Ordesa hacia la brecha de Rolando (reseña).

El pasado martes nos pasaron los vídeos del sabotaje, y no quisimos darles publicidad porque pensábamos que sería más un montaje, que una realidad. Los comentarios que lo acompañaban, además ratificaban la idea de que podría ser una broma de mal gusto, diciendo que es un acto contra una estructura montada hace siglo y medio para unos cazadores, aunque actualmente nada tiene que ver con su objetivo original, ya que la caza está prohibida en Ordesa, añadiendo además el comentario sin sentido de que era para recuperar el santuario de los bucardos, especie de cabra montesa extinguida, mezclando, como se suele decir popularmente, churras con merinas (nunca mejor dicho, ya que todo va de bóvidos). Pero después se ha comprobado que los hechos eran reales.

Clavijas de Cotatuero, Ordesa
Clavijas de Cotatuero

Los autores del sabotaje lo han querido vender como una acto ecologista, pero la realidad es justo la contraria. La destrucción de este acceso no va contra cazadores, ya que, aparte de estar prohibida la caza, éstos mayoritariamente solo van allá donde les lleven sus todoterrenos, ya que la caza en sí misma no es una actividad deportiva. La realidad es que el sabotaje a los únicos que fastidia es a los montañeros, que son los únicos que pasan por allí, siendo además paso para recorridos exigentes, tanto física como técnicamente, no para senderistas, y mucho menos para domingueros. Y confiemos que no se produzca ningún accidente, de alguien que quiera bajar por allí, sin saberlo, y se acabe liando, ya sea intentando volver por otro sitio, que supone muchas horas extra de recorrido, o algo peor.

Si lo que querían era proteger el entorno de Ordesa de la masificación, lo lógico hubiera sido no destrozar una ruta montañera, sino dinamitar la carretera que lleva a la pradera de Ordesa, para evitar su masificación (y no, para nada queremos dar ideas, al contrario). Pero lógicamente, pese a que los autores se suelen quejar del uso de pistas para aproximación a rutas excursionistas, seguro que ellos tampoco fueron andando desde Torla, para acceder a las clavijas, sino que usaron la misma carretera que se satura en verano, y muchos fines de semana.

Vídeo de la destrucción de las clavijas

De hecho, si ahora se plantease abrir una vía así, una ferrata para un acceso rápido a una zona de Ordesa, no solo no se permitiría por ser Parque Nacional, sino que seríamos mayoría los que nos opondríamos. Pero una vez ya hechas hace siglo y medio, y habiéndose convertido en una ruta clásica de paso, disfrutando incluso de un valor histórico, es una barbaridad destruirlas, como si con esa misma idea quisiéramos hacer desaparecer todos los refugios del Pirineo, o la mismísima Basílica del Pilar porque hace miles de años fuera un humedal.

La consecuencia final es que indudablemente volverán a restaurarlo, con lo que el daño al entorno será doble, y como es muy posible que lo haga "la empresa habitual", simbiótica de algunos líderes de la Federación Aragonesa de Montaña, lo más probable es que frente a las antiguas clavijas, "por seguridad", y por inflar presupuestos, pondrán una estructura mucho mayor, para que pueda ir todo el mundo, y como nos tienen acostumbrados con estas obras, a diferencia de las anteriores clavijas, la estructura no durará más de un siglo, sino que apostamos a que dentro de unos pocos años sufrirá de deterioro, y habrá que volver a restaurarla.

Reflexiones sobre el sabotaje a las Clavijas de Cotatuero

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