Ruta: Subida desde la Besurta, pasando por la
Renclusa
Fecha: 5-5-02
Participantes: Juan, Arturo,
Miguel
Ángel, Karmelo, Javi
Comentarios: Ruta relativamente fácil,
salvo el corredor
final, que tampoco es muy complicado. Factible con esquís hasta
bastante
avanzada la temporada de esquí de montaña.
Otras rutas
La previsión del tiempo para el fin de semana no es muy buena, por tanto cambiamos el plan de una travesía de viernes a domingo, por la ascensión a las Maladetas, aprovechando una ventana de buen tiempo entre el sábado y el domingo al mediodía. A pesar de ser mayo el viernes pega una fuerte nevada y algunas provincias, Huesca incluida, están en alerta por temporal.
Salimos el sábado para pasar la noche en la Renclusa, donde asombrosamente hemos conseguido reservar plazas, seguramente por las bajas a causa del mal tiempo. Una vez en Hospital de Benasque, la pista a la Besurta está parcialmente cubierta de nieve, por tanto dejamos un coche en los Llanos del Hospital, y Miguel Ángel y Juan se arriesgan a ir en el otro coche hasta la Besurta.
Los "hospitalizados" nos ponemos en marcha siguiendo inicialmente la carretera a la Besurta, pero antes de llegar atajamos hacia la Renclusa siguiendo unas huellas a la derecha. Las huellas más adelante dan media vuelta con lo que debemos seguir abriéndola nosotros mismos. La nieve recién caída, totalmente polvo, nos lo pone muy difícil, porque a pesar de llevar esquís nos hundimos, y los esquís avanzan más "bajo" la nieve que "sobre" ella. Tardamos algo más de 2 horas en llegar al Refugio de la Renclusa, llegando cuando empieza a oscurecer, con las focas heladas y llenas de zuecos.
Descripción detallada de la subida a la Renclusa.
En bastantes refugios si no llegas a la hora de cenar te quedas sin ella, por eso nos damos un alegrón cuando nos dicen que aunque sea tarde podemos cenar. ¡¡Y qué cena!! La comida está muy buena y los guardas muy amables, y muy muy generosos, nos dan toda la comida que queramos y más, insistiendo varias veces para que nadie se quede con hambre. El refugio sigue en obras, con unas habitaciones que dejan bastante que desear, y uno baños en el exterior impresentables (afortunadamente años después lo arreglaron suponiendo una gran mejora).
0:00 A la mañana siguiente nos levantamos poco antes de
amanecer para
salir con las primeras luces. La noche ha sido muy limpia y estrellada,
y la mañana es gélida. Podemos
ver desde el refugio la punta de las Maladetas Orientales, y las
Maladetas Occidentales, bañadas con las primeras luces del
día.
Con la dura experiencia de la nieve polvo del día anterior,
decidimos
aprovechar la huella de la
procesión
al Aneto lo máximo posible, aunque eso suponga dar un rodeo
por la izquierda y caminar más.
Subida a la Maladeta Occidental desde la Renculsa
A pesar de las malas previsiones de tiempo hay muchísima gente; mejor no pensar en cómo será cuando haga buen tiempo. Entre ellos nos llama la atención uno con raquetas que dice que es su primer tresmil, y no se le ocurre nada mejor de que hacer que elegir el Aneto, hacerlo en invernal (por la nieve) y en solitario (se supone que no llegó porque cuando lo dejamos se sentía mal y lo achacaba a la altura). Una víctima más de la Anetitis, es decir la fiebre por empezar la casa por el tejado, o los montes por el más alto.
A pesar de que la huella es muy buena, el camino se hace duro porque es un largo recorrido donde se gana rápidamente altura con interminables zetas. La mayoría de gente sube en esquís, unos cuantos con raquetas y unos pocos desgraciados sufren subiendo a pie completamente hundidos en la nieve. El camino hacia el glaciar de las Maladetas consiste en subir y subir, siempre para arriba. Ese día varias personas subimos a las Maladetas e inexplicablemente la huella más marcada parece ser la nuestra, siendo fácil para los anetizadores el despistarse en el momento en que hay que desviarse hacia la izquierda dirección al Portillón que da paso al glaciar del Aneto, por lo que supongo que ese día bastantes se despistarían y acabarían sin llegar a su destino.
Ascensos a la Maladeta
Oriental, y al Pico Cordier
4:15 Maladeta Occidental 1, Pico Cordier. Las vistas son muy buenas, viéndose la punta del Aneto y la gente que lo sube. También podemos ver abajo el refugio de la Renclusa.
La bajada esquiando es durilla, porque nos hundimos en la nieve, y no es fácil girar para unos pardillos como nosotros, por tanto las caídas son frecuentes, y con esta nieve en cada caída acabamos rebozados de nieve que se nos pega a la ropa. Los que tenemos el coche en los Llanos del Hospital pensamos en la posibilidad de desviarnos a la izquierda y bajar por los tubos de Paderna, pero al final todos bajamos a la Renclusa. Allí paramos a comer un poco y seguimos hasta la Besurta. Una vez abajo, como no todos cabemos en el coche de Miguel Ángel, me adelanto y bajo esquiando por una huella que avanza en el lateral de la carretera, mientras los demás bajan en el coche, dándome vítores cuando me adelantan ;-)
Y al final toda esta matada sólo para tener una "excusa" con la que disfrutar de los obligatorios huevos fritos con patatas, y longaniza que comeremos de vuelta a Zaragoza :-)