Ruta: Ascensión desde Cueva de Ágreda, Soria
Fecha: 20-6-07
Comentarios: Subida por la vertiente soriana al
techo de Soria y
de Zaragoza. Ruta fácil y agradable, con un paisaje muy
verde.
De muy fácil orientación, además
está
señalado como GR. Ruta más larga que la subida desde el Santuario de
la vertiente zaragozana. En el Moncayo son habituales la niebla, frío
extremo y fuertes viento, lo que hace que en invierno o con malas
condiciones meteorológicas resulte peligroso.
Pasado el pueblo de la Cueva de Ágreda, según se viene de Ólvega, justo después de la última casa una pista sale a la izquierda. En ese mismo punto hay un panel informativo sobre senderismo, y un poste de madera señala la pista como "GR86 Pico del Moncayo". Dejamos allí mismo el coche, vigilado por el mismo Moncayo que vemos al fondo.
La ruta es muy evidente, comenzando por la pista para después seguir en todo momento por el barranco del Colladillo hasta prácticamente la misma cima, y por si eres de los que se pierde hasta en un puente, está marcado con las marcas blanquirrojas de GR. Los tiempos dados son algo rápidos al subir a buen ritmo.
0:00 Salida desde el poste indicador a las 10:35 caminando cómodamente por la pista. El camino es muy agradable, rodeado de prados y árboles, y un poco más arriba con una agradable fragancia de multitud de rosas silvestres, y otras flores.
Al rato la pista se junta con el río, que nos acompañará a nuestra derecha durante casi todo el camino. Los diversos tonos de verde lo inundan todo, en tierras muy fértiles. El camino es fácil y cómodo animando a ascender a buen ritmo.
0:20 Dejamos la pista, cuando esta gira a la derecha para cruzar un pequeño puente medio, pista que finaliza justo al otro lado del río, siguiendo nos otros el sendero que continua al frente bien señalizado con la pintura blanqui-roja (en una excursión posterior veríamos que cruzando el puente se asciende por un camino muy cómodo que sube también paralelo al río, por la otra vertiente, para un poco más tarde cruzar el río y juntarse con la primera senda)
A los pocos minutos de dejar la pista y empezar el sendero finaliza también la zona boscosa viéndose el Moncayo al frente, ligeramente a la derecha respecto la línea de barranco, que nos marca el camino. El río Trasmoncayo, pese a estar ya a una cierta altura, todavía lleva bastante agua, unas aguas limpias y cristalinas. El camino pasa también junto los restos de algún avión estrellado
1:02 Un hito de piedras marca el desvío a la izquierda que lleva al Collado de Castilla, por un sendero poco pisado, mientras el camino principal, más pisado y con pintura blanqui-roja sigue recto con ligera tendencia a la derecha para subir más directo.
Subida directa
El camino del GR tiende a la derecha. Tras pasar
el desvío el sendero cruza el
río, y pocos metros más arriba están
las surgencias
que alimentan el río. El resto
del camino, con una pendiente
un poco más fuerte, sigue por el mismo barranco,
habitualmente seco,
hasta el collado entre el Cerro de San Juan y el Moncayo.
A medio barranco es
más fácil salirse de él y seguir la ascensión por el lateral.
2:00 Collado de la cresta, donde giramos a la izquierda. De vuelta conviene estar atento al desvío en este punto, marcado por hitos, para bajar a la derecha, ya que si no, sobre todo con niebla, es fácil dejarse llevar y seguir al frente.
2:09 Pico Moncayo
De todas formas el objetivo de esta excursión no era sólo el ascenso al Moncayo, sino recorrer parte de su cordal, así que en lugar de subir directo, tomamos el desvío de la izquierda. El sendero en esta variante, señalizado por algunos hitos, está un poco más diluido, pero el destino es ya muy evidente.
1:20 Una
vez en el Collado
Castilla se tira pendiente arriba a la izquierda.
Hay
algunos
hitos pero sin camino definido, pudiéndose seguir
directo
por donde mejor se considere.
1:55 Collado de Castilla de nuevo y subida al frente hacia el Moncayo. La pendiente es fuerte y se hace larga, pero si hasta ahora hemos seguido un ritmo algo fuerte no es cuestión de ceder ahora ;-), así que con ese mismo ritmo seguimos hasta arriba.
2:26 Moncayo. (2:10 a ritmo normal y sin Peña Negrilla). La cima está señalizada por un vértice geodésico y un pilar de la "Pilarika", que en invierno se visten con enormes banderas de escarcha helada, que demuestran las grandes heladas y fuertes vientos del lugar: vértice geodésico helado (anverso y reverso) y pilar de la virgen helada (anverso y reverso), aunque en esta ocasión la virgen ha desaparecido del pilar (ya sea por inclemencias del tiempo, o retirada por gente que lo rechaza). La cima también está llena de pequeños "rediles-vivac" hechos con piedras, para poder protegerse dentro de sus paredes del viento, estando en gran medida parapetadas hacia la vertiente soriana (oeste), quedando evidente que habitualmente de allí vienen los vientos.
El
tiempo, todo el día algo inestable, se hace notar
con un viento muy frío, cubriéndose la cima de
niebla a
ratos, lo que es una pena porque de la misma
forma que desde todas partes a muchos Kilómetros de
distancia se
ve el Moncayo como un faro, las vistas desde arriba son excepcionales
al ser una montaña solitaria rodeada de grandes llanuras. Vista de Peña Negrilla en invierno.
Así, tras un descanso aprovechando los muros como protección del frío viento, toca continuar el camino, pero al llegar al desvío que marca la bajada del GR a la derecha, el mal tiempo y la niebla aconsejan olvidarse del objetivo de hacer el cordal, siendo mejor bajar dejando así un buen recuerdo de la excursión, en lugar de intentar fabricar un nuevo recuerdo que pueda acabar siendo negativo.
En poco más de hora y media desde la cima se llega al coche.
Vista lejana desde la carretera, de Peña Negrilla (izquierda) y Peña San Miguel (derecha)
Bajada inicialmente un poco puñetera, porque íbamos totalmente
ciegos (y no de Kazalla, sino por la niebla), pegados a nuestra huella
de subida para no perdernos, y con una nieve helada de relieve
totalmente irregular por el viento, llena de baches, y de la que no se
podía leer el relieve (el fuerte viento es muy habitual en
esta cima). Superada la pala inicial el descenso hasta
el bosque es fácil, y desde el bosque al coche dejándose deslizar por
la pista aunque al no haber demasiada pendiente es necesario remar de
vez en
cuando. Llegamos en esquís hasta el mismo coche.
Y alucinante, cuando estábamos cambiándonos en el coche, despejó ligeramente y desde allí se veía nuestra huella de esquí de la loma final (que por cierto, pese a subir a ciegas por la niebla estaba muy bien orientada ;-). Excursión solitaria, salvo un ¿perro? ¿zorro? ¿yeti? que cerca de la cumbre medio apareció entre nieblas y desaparecido a los pocos segundos.