Ruta: Acceso desde Interlaken por tren al
Jungfraujoch y descenso esquiando al refugio Konkordia; ascensión a los
picos
Gross
Grünhorn y Kranzberg; cambio al refugio Finsteraarhorn pasando por el
pico Wyssnollen; ascensión al pico Finsteraarhorn; cambio al refugio
Oberaarjoch; descenso a Reckingen
Fecha: 17 al 23-4-11
Participantes:
Karmelo, CarlosM, Guillermo,
Teresa, Arturo
Comentarios: increíble travesía en esquís de 7 días
por uno de los paisajes de alta montaña más espectaculares de los Alpes
y de Europa. La dificultad técnica máxima está en la ascensión a los
picos Gross Grünhorn y Finsteraarhorn, no pasando éstos de II. Las
condiciones pueden cambiar radicalmente dependiendo de la cantidad de
nieve, y por tanto de lo abiertas o cerradas, de lo expuestas u
ocultas, de lo confiables o traicioneras que estén las grietas y los
seracs.
Aprovechando las vacaciones de Semana Santa nos vamos a los Alpes a
visitar el Oberland Bernés
(Suiza), un paraíso del esquí de travesía, y la zona con
más y mayores glaciares de los Alpes, declarados Patrimonio de
la Humanidad por la Unesco.
Si queréis ir más vale que lo planifiquéis con antelación, porque si no os podéis encontrar que varias semanas antes los refugios ya estén llenos, especialmente el de Konkordia, y más si queréis ir en Semana Santa.
Fuimos a recorrerlo buscando un gran polvazo, pero tras un mes de días soleados en lugar de nieve polvo disfrutamos de sopita rica rica, tanto en las cenas de los refugios como en los descensos en esquís, que también nos permitió disfrutar de muy agradables esquiadas. Pero no nos quejamos, al contrario, porque hemos disfrutado de 6 increíbles días de sol a tope, salvo el último, donde se metió la niebla.También la falta de nieves recientes nos ha facilitado la
orientación
porque si bien con mal tiempo en unas extensiones tan grandes el GPS
digital es fundamental, en estas circunstancias la orientación ha sido
muy fácil con el "GPS analógico", ya que para cualquier destino sólo
había que elegir la "Güella Pa'Seguir",
montarse en ella y seguirla como un tren por sus raíles. Además también
nos
ha evitado algunos peligros de las grietas y seracs que así quedaban al
descubierto, deslumbrándonos en su espectacularidad, y ahorrándonos el
tener que avanzar encordados.
De todas formas lo más difícil de la travesía no han sido los seracs,
ni
las grietas, ni las trepadas en mixto, y lo que más dolor
de cabeza nos ha dado tampoco ha sido la altura, sino que lo peor son
los
impronunciables
nombrecitos imposibles de repetir o recordar ;-) de todas formas
a modo de ayuda fijarse que muchas veces no es más que un nombre con un
sufijo; y de los más habituales: -hütte: refugio, -horn: cuerno (para
los picos), -gletscher: glaciar; aparte de alguna palabrita como
Gross/-es: grande
La única pena de este paraíso, e incomprensible siendo un Patrimonio
de la Unesco, es que parte de él es zona militarizada, con continuo
estruendo por paso de cazas, que además seguramente producirán algunos
aludes, siendo muy peligrosos. Y en
algunos casos el estallido y el estruendo te dispara la adrenalina
pensando que te está cayendo un alud encima, hasta que ves que sólo
era el ruido de un caza militar.
Aunque el único ruido no es sólo el de los cazas, ya que además a todas horas sobrevuelan la zona múltiples helicópteros, no sólo los imprescindibles para rescates y suministro a refugios, sino también de los turistas adinerados que pueden permitirse estos lujos destrozando la paz de los que vamos a disfrutarlo in situ respetuosamente con el entorno.
En estas travesías normalmente es más bonito hacerlo cambiando cada día de refugio, pero en este caso repetiremos algunos días los refugios, cosa que tiene la importante ventaja de que nos ahorramos el tener que cargar mochilones todos los días.
Sacos: En los refugios suele haber mantas o edredones, así
que con llevar un saco-sábana es más que suficiente para dormir.
Agua: en estas fechas lo normal es que no haya agua, por lo
que si la queréis para cenar deberéis comprarla a precio de oro, precio
comprensible teniendo en cuenta el coste de su transporte (además de
por ser Suiza). Pero por las
mañanas los refugios suelen repartir té gratis con el que llenar las
cantimploras para las excursiones.
Higiene: y sin agua olvidaos de duchas, o incluso de
lavaros un poco. En algún refugio, como Konkordia, pueden poner una
pequeña garrafa en los servicios para una mínima higiene o lavarse los
dientes, pero que se acaba rápido; en otros, como en Finsteraarhorn,
depende de la temperatura de ese día y de si ha pegado el sol, y por
tanto de si se ha derretido algo de nieve que haya llenado sus
depósitos, con lo que al final del día puede haber algo de agua, pero
lo normal, y en días fríos nada de nada. Algunos llevan sobres de
toallitas
húmedas, y una buena solución es tener un trapito
esponjoso que cuando hay un poco de agua te laves humedeciéndolo. Pero
la
mejor solución es desembarazarse de prejuicios y manías, asumiendo que
ir un poco guarro, como se ha ido toda la historia de la humanidad
hasta
hace muy poco, no es un pecado mortal :-)
Todo empieza con paciencia, mucha paciencia para aguantar el viaje
desde Zaragoza hasta Interlaken. Vamos en fragoneta y no conviene ir
con prisas y jugársela en la carretera, sino tomárselo con filosofía,
conducir seguro, ir cambiando periódicamente de conductor y evitar
multas, que en Suiza son muy altas, por si no fuera suficiente de que
vivan con el dinero de nuestros más excelsos delincuentes de la alta
sociedad que guardan su/nuestro dinero en cuentas secretas, y también
de otros más rastreros e igual de delincuentes que aprovechan estos
países para blanquear dinero de drogas, trafico de blancas, armas, etc.
Y gracias a ello viven de maravilla en este país, pero a pesar de todo
ello es difícil criticarlos porque es que es un país tan
monoooooo :-) aunque eso sí la gente es amable y
responsable.
Hemos decidido entrar al Oberland por Jungfraujoch, cogiendo el tren que sube hasta allí, cosa que es un gran ahorro de tiempo, a costa de un despilfarro económico, pero quizás merezca la pena hacerlo al menos una vez para conocerlo, además de tener la intención de ganar con ello un día. Por ello nos dirigimos a Interlaken, donde nos alojaremos en el Backpackers Villa Sonnenhof.
La idea inicial era madrugar y coger uno de los primeros trenes para aprovechar desde el primer día para hacer montaña, pero el cansancio del viaje hace mella y antes de acostarnos decidimos no madrugar tanto y empezar con tranquilidad, disfrutando de las vacaciones, que para eso hemos venido. Incluso habíamos pensado en la posibilidad de aprovechar el primer día para hacer el Mönch (ascensión: desde la Esfinge se flanquea el Mönch por abajo y se sube por la arista derecha, foto ampliada), pero principalmente las dudas de una ascensión tan brusca a un 4.000, sin aclimatar, nos quitó la idea de la cabeza.
En Interlaken nos dirigimos hacia la estación de trenes
"Interlaken
Ost", dejando la furgoneta en el parking de pago de la
estación, que no
es muy caro para los precios de aquí. Nos preparamos, cargamos con
todos los trastos, y tras quejarnos todos y cada uno de nosotros del
peso que llevamos, vamos a
la estación.
En la estación sacamos los billetes a Jungfraujoch
(107,60CHF =
85,5€ al cambio de entonces, sí 85'5€, no hay error) y montamos en el
tren
intentando no
sacar ojos con los esquís al resto de pasajeros. En el
tren, además de
muchos japoneses, también hay bastantes esquiadores de pista, con lo
que no nos sentimos bichos tan raros, aunque nosotros llevemos esquís
de travesía. Durante el recorrido se hacen un
par de transbordos, para lo que no hay que hacer más que dejarse llevar
por la masa, que parecen saber dónde van.
Los últimos kilómetros de recorrido del tren se hacen por un túnel
excavado en la montaña, haciéndose un par de paradas para poder
asomarse a unos
miradores en los que ver el paisaje y algunos seracs.
Al final llegamos a "Jungfrau, Top of Europe", un
macro-chiringuito
montado para los turistas, sin mucho interés más allá de las
impresionantes vistas del espectacular paisaje que lo rodea. Allí, tras
dejar los trastos junto a la estación del tren, "nos vamos de turismo",
sólo que llamando un poco la atención por hacerlo calzados con botas de
esquí. Empezamos a empaparnos de las vistas que nos van a rodear los
próximos días, a reconocer los picos que tanto habíamos imaginado y
deseado, y a mentalizarnos de las inmensas dimensiones del lugar y sus
distancias.
Vistas a la derecha del "Jungfrau, Top of Europe"
Salimos al exterior para hacer algunas fotos, visitamos la cueva de hielo con sus esculturas, y finalmente vamos al Observatorio Sphinxstollen (Esfinge) donde subimos al mirador y donde nos estamos un rato. Foto del Mönch.
Al pie del ascensor de la esfinge, nos preparamos, y tras atravesar un túnel salimos al exterior. Calzamos esquís bajo la curiosidad de algunos turistas que nos disparan con sus cámaras y descendemos hacia el fondo del valle. Bajamos esquiando por el glaciar de Jungfraufirn, con algunas paradas para ver más detenidamente las montañas circundantes hasta que llegamos a una gran explanada confluencia de varios glaciares, KonkordiaPlatz (Plaza de la Concordia). Hemos tardado menos de una hora, incluso bajando muy despacito y con una nieve dura e incómoda de esquiar.
Descenso a KonkordiaHütte visto desde Jungfraujoch
Vamos dándonos cuenta de que la escala del lugar es muy distinta a
la que estamos acostumbrados en los Pirineos. Lo que parece que está
ahí
al lado cuesta llegar horas, y la gente que ves en esa ladera "cercana"
se ven muy pequeñitas lo que sugiere que tampoco
están tan cerca.
El refugio de Konkordia (KonkordiaHütte), queda en el espolón que
está en entre el glaciar que sigue bajando y el que viene de la
izquierda,
pero para verlo hay que levantar la cabeza ya que está 100m por encima
de nosotros. Y si impresiona ver las escaleras que suben hacia él, más
impresiona todavía subirlas, porque más vale tomarlo con
calma, ya que sus 447 escalones te dejan sin aliento,
especialmente cuando estás de vuelta de una agotadora excursión. Al
final esto resulto la parte más
dura de todos estos días. Foto
de la escalinata del refugio Konkordia, otra foto de la escalera de
Konkordia.
Y a quien se extrañe de a qué viene semejante escalinata para ascender a un refugio, aclarar que hace un siglo éste se hizo al nivel del glaciar, pero a medida que ha ido pasando el tiempo y que el glaciar se iba retirando han tenido que ir añadiendo escaleras, más de 100 mts de escaleras ... y actualmente el glaciar todavía tiene una profundidad de casi un kilómetro :-O
En estas fechas prácticamente todos los que vienen aquí lo han hecho
en esquís de travesía, y todos dejan sus esquís aquí abajo, así que
conviene buscar un buen lugar donde dejarlos, y si es caso marcarlos o
dejar algo para reconocerlos después.
KonkordiaHütte (2.850): La durísima escalinata de
ascenso se
ve compensada por la impresionante vista
de la terraza del refugio. Estamos justo encima de la confluencia de
varios glaciares, glaciares que ahora cubiertos de nieve tienen unos
contornos indefinidos que parece que estemos sobre un mar de nubes que
cubre los valles. El refugio está bien, algo masificado por estar en
pleno centro cruce
de caminos del Oberland, por lo que suele ser difícil pillar sitio si
no
se hace con bastante antelación. La cena suele ser buena y generosa.
Los
baños están fuera, cosa que es un inconveniente, pero por otro lado se
agradece que los fuertes efluvios aromáticos que emite queden
separados del refugio.
Vista desde el refugio de Konkordia
La idea inicial era subir al Trugberg (3.880 m), al que bautizamos como "Tuareg" para recordar su nombre ;-) y en principio hacia allí nos dirigimos (foto del Trugberg desde el ref. Konkordia, indicación del inicio de la subida, común con el Gross Grünhorn, y ruta de descenso)
Salimos a las 6:38 del refugio de Konkordia, y en 10' bajamos
con cuidado las escaleras, al pie de las cuales habíamos dejado los
esquís.
0:00 Después de equiparnos convenientemente y ponernos los esquís
partimos a las 7:00 dirección norte, subiendo el glaciar que lleva al
Jungfraujoch,
por donde habíamos bajado el día anterior
0:17 Al poco llegamos al pie de un impresionante serac a la derecha,
el del glaciar Ewigschneefäld, por donde debemos subir. A la derecha
del serac hay una pala que además de no estar rota es mucho más segura.
La pendiente es muy fuerte y la nieve está dura así que paramos a poner
cuchillas (dependiendo de las circunstancias puede incluso ser
necesario subir con crampones).
Inicio de la subida desde el glaciar, por la derecha del serac
A media subida debemos hacer una parada de poco más de media hora
porque unos de los esquís se "enemistan" con unas focas, pero a pesar
de ello no quieren "pegarse", así que tras varios intentos toca poner
crampones cargar esquís, y subir a zona segura para arreglarlo.
1:33 Llegamos a una muy amplia explanada donde a la izquierda puede verse el "Tuareg", donde se ven huellas pero no hay nadie (zoom del Pico Trugberg). Para su ascensión hay que dar una muy larga vuelta avanzando hacia el fondo del plateau y después girar a la izquierda. Al frente vemos otros picos con gente, como el Fiescherhorn, pero donde más gente se ve subir es a la derecha hacia el Gross Grünhorn. Paramos a mirar un poco los mapas y discutirlo. Tras plantear varios argumentos como que "quizás más seguro seguir una huella más popular", o "el Tuareg se ve muy lejos", etc., y os contemos lo que os contemos después, todos ellos argumentos falsos, hubo un último argumento decisorio que nadie discutió y convenció a todos. Y es que de ese pico venían unos cantos de sirena irresistiblemente embaucadores, imposible de no caer en su tentación, incluso para aquellos que odian las matemáticas no podían resistirse a la sensualidad de un numerito y el argumento indiscutible e indiscutido fue "es un cuatromil", y de repente todos de acuerdo de que aunque su nombre era más impronunciable el pico era más bonito, más interesante, más alpino, y más ... y más ... y más ...
En el plateau, a la izquierda el Trugberg y a la derecha el Gross
Grünhorn
1:55 Dejamos la huella que continúa hacia el fondo para subir hacia la derecha. La nieve está dura, así que debemos volver a poner las cuchillas que habíamos quitado para deslizar en el plateau. Vamos subiendo girando un poco hacia la derecha, para después tirar todo a la izquierda.
La ruta de subida es laberíntica esquivando
el serac,
rodeando y flanqueando grietas, si no hubiera habido huella nos
hubiera
resultado imposible encontrar un camino de subida y de bajada. Así que
el "GPS-analógico" (Güella Pa'Seguir) fue fundamental para
el éxito. Se supone que con más nieve se podrá subir directo, aunque
dependiendo de las condiciones habrá que ir encordado.
Llegamos bajo una pendiente pala donde un estrecho puente de nieve entre dos grietas nos hace dudar de si pasar con esquís o crampones, pero subiendo lateralmente haciendo escalones lo superamos en esquís. Otros años de más nieve debería estar esto tapado. Subimos la pala más pendiente, y antes de llegar al collado entre el Gross Grünhorn y el Grünegghorn, en la muy amplia pala de subida final, tiramos hacia la izquierda, directos hacia el pico.
Subida final al Gross Grünhorn; dejando los esquís al pie del tramo
vertical
5:00 Dejamos los esquís junto a la rimaya que se
ha abierto al pie
del pico. Todavía queda un corto tramo de nieve muy pendiente, y
después una zona de roca. Descansamos un poco, nos ponemos crampones y
cogemos el piolet.
5:30 Empezamos la subida final. Tras el primer tramo de nieve de
fuerte pendiente, llegamos a la zona de rocas, subiendo por un canal en
mixto, con cuidado pero sin especiales dificultades técnicas. Hay
algunas piedras sueltas y debemos tener cuidado con los que bajan, que
a veces nos dejan paso, aunque otras debemos apartarnos nosotros,
especialmente con algún guía maleducado. Se supone que otros años con
más nieve esta subida final podría ser casi toda por nieve.
Una vez llegamos a la cresta seguimos ésta hacia la izquierda, con algún paso de I+.
Cresta final, y arista de llegada a cima
5:55 Gross Grünhorn (o Grünhorn a secas). Nos
felicitamos alegres por haber hecho nuestra primera cumbre del
Oberland. No teníamos mucha intención de hacer cuatromiles, salvo el
Finsteraarhorn, pero sí que queríamos hacer al menos uno, y de este
modo nos aseguramos de llevarnos como mínimo uno en el bolsillo si el
día
del Finsteraarhorn nos
toca malo. Foto del Finsteraarhorn
desde la cumbre, vista
del Jungfrau (izq), Trugberg (centro, primer plano) y Mönch (derecha)
y "afoto de acima"
No estamos mucho rato en la cumbre, y emprendemos el descenso. En la esquiada seguimos las huellas que van esquivando las grietas. La primera pala la nieve está bastante dura, para después pillar una nieve ligeramente primavera muy buena que nos deja en el plateau. Deslizamiento por el llano y descenso por el lateral del serac que baja al glaciar Jungfraufirn, que si bien de subida estaba muy muy dura, ahora está primaverón, con lo que se deja esquiar bien, pese a la fuerte pendiente y a que la nieve estaba rota por el paso de tanta gente.
Una vez abajo, deslizamiento a KonkordiaPlatz, y de nuevo la "pesadilla" de las escaleras del refugio ¡¡¡Maldito kambio klimátiko!! ;-)
Ascensión al Gross Grünhorn, vista desde el Kranzberg
Vista de la cara
Sur del Gross Grünhorn, desde el Wyssnollen
Vista
de la cara Este del Gross Grünhorn, desde el Ref. Finsteraarhorn
Bajadas las escaleras, al pie cogemos esquís y nos ponemos en marcha
a las 6:33
0:00 Cruzamos KonkordiaPlatz en diagonal, hacia el
extremo opuesto al que estamos, ya que el Pico Kranzberg marca la unión
de los glaciares de Jungfraufirn, que baja del Jungfraujoch, con el de
Grosser Aletschfirn, que baja desde el refugio de Hollandia.
0:42 Nos plantamos al pie del contrafuerte,
parando a poner cuchillas, ya que la subida que tenemos delante es
bastante pendiente y la nieve está dura. Subimos por el lado
derecho.
Ascensión del Kranzberg hasta el contrafuerte (la cima queda justo
detrás);
a su izquierda detrás el Gletscherhorn, con el Mittaghorn en el extremo
Superado el corto repecho inicial, se llega a una repisa, donde
continúa la ascensión hacia la derecha por palas más
suaves. Las huellas nos marcan el
camino, que no tiene mucha perdida ya que hay que subir por una muy
amplia pala con un paredón de roca a la derecha. El ascenso va
derivando poco a poco hacia la izquierda.
2:32 Hacemos una parada en un lomilla, y
continuamos
después flanqueando hacia la izquierda hacia un
contrafuerte.
3:14 Pasado el contrafuerte vemos por fin el pico,
arriba a la izquierda, dirigiéndonos hacia su derecha.
La pendiente
vuelve a ser un poco más fuerte pero sin complicaciones. La estampa del Dreieckhorn y
del Aletschhorn al otro lado del glaciar de Grosser Aletschfirn es
espectacular.
Subida al Kranzberg desde el contrafuerte
3:48 Llegamos a la cresta derecha del Kranzberg, donde dejamos los esquís y hacemos una paradita. Vista del Gletscherhorn, con el Mittaghorn a su izquierda.
4:06 Kranzberg. La jornada ha sido relativamente
corta, y como el día es muy bueno kroketizamos
una hora en la cima.
Descendemos por el mismo camino. La primera pala encontramos la nieve dura, desde ella se podría bajar hacia la derecha, por la pala por la que suben quienes vienen desde Hollandia, pero eso supondría después una larga remada por el glaciar. En el corto flanqueo posterior encontramos la nieve muy pesada, ya que le había dado el sol de plano, pero la larga pala que viene a continuación la encontramos muy bien, y donde podemos disfrutar del esquí. Ya sólo queda la pendiente pala de subida inicial para llegar al llano de KonkordiaPlatz, desde donde toca remar un poco, aunque la ligera tendencia descendente ayuda.
En menos de 2 horas desde la cima, y sin prisas, llegamos a "la
pesadilla", al pie de la cual dejamos los esquís, y empezamos la larga
escalinata al refugio, de todas formas es nuestra última noche en
KonkordiaHut, y última subida de las escalinatas, cosa que sería como
para celebrarlo ;-)
Cargamos las mochilas con todos los trastos, cosa que resulta complicado adivinar cómo conseguimos encajarlo todo en ellas el primer día, y para abajo, despidiéndonos de cada uno de los escalones.
0:00 Partimos desde la base del Konkordia con los esquís puestos a las 6:45, subiendo hacia la derecha. La subida por el glaciar de Grüneggfirn es fácil y directa, siendo evidente ya que vamos flanqueados por grandes paredes.
Valle de subida al Collado Grünhornlüke, y desvío del Grünegghorn
0:54 A la izquierda
dejamos la fuerte subida al Grünegghorn, para el
que se puede hacer una vuelta circular subiendo por aquí y bajando
hacia el S.O. para enlazar con la ruta del Gross Grunhorn descrita el
día 2 (la bajada se adivina en la foto de subida al Gross
Grünhorn). Nosotros seguimos al frente por el fondo del valle hacia
el
evidente collado.
1:40 Collado Grünhornlüke (3.280m) donde hacemos
una parada, que aprovechamos para quitar las focas (foto llegando al collado,
con el glaciar Grosser Aletschfirn que baja desde el refugio de
Hollandia detrás).
Al frente
vemos el pico Finsteraarhorn, el que queremos que sea la guinda de
estos días, y a su pie el refugio del mismo nombre, nuestro destino
final de este día.
2:10 Empezamos el descenso del collado tirando
hacia la derecha, y manteniéndonos en el lado derecho
del glaciar FiescherGletscher, hasta llegar a una muy amplia
ladera nevada que sube por la derecha.
2:26 Al pie de la subida al Wyssnollen, paramos
junto a una gran roca, donde ponemos focas, nos equipamos, y dejamos
las
mochilas para subir ligeros.
Desvío de subida al Wyssnollen en el glaciar FiescherGletscher
2:52 Empezamos el ascenso, siguiendo las huellas que hacen amplias zetas.
3:09 Al llegar a una loma, donde vemos delante un impresionante paisaje de alta montaña con el pico Grosses Wannenhorn y sus seracs colgantes, giramos a la derecha. Todavía no se ve el pico, ya que éste no es muy saliente.
La subida sigue un buen rato por una muy amplia ladera nevada con las espectaculares cimas de los picos Grosses Wannenhorn, Schönbühlhorn y Fiescher Gabelhorn y sus seracs.
Llegando al pico Wyssnollen
4:27 Wyssnollen "afoto de acima" con los Grosses
Wannenhorn y Schönbühlhorn detrás. La vista del Finsteraarhorn, nuestro
próximo objetivo, es espectacular. Y aquí llega lo mejor, una
excepcional esquiada por buenas laderas y buena nieve, aunque prestando
atención de evitar alguna pequeña grieta puntual. Una gozada, y además
sin pesadas mochilas a la espalda (ya ni me acordaba de qué era eso de
esquiar sin peso,
desde hace años :-) En resumen un pico menor pero muy recomendable por
su esquiada.
Ascensión al Wyssnollen desde el Collado Grünhornlüke
Una vez abajo cogemos las mochilas, ponemos focas,
y atravesamos el glaciar FiescherGletscher, con una
ligera tendencia ascendente hacia la izquierda.
Aunque nos alegraba no tener que volver a subir las
escaleras del Konkordia, el acceso al Refugio Finsteraarhorn tampoco es
gratis, ya que una vez bajo éste primero hay que subir una pendiente
ladera nevada, que algunos suben a pie, y otros, como nosotros, en
esquís; después
al pie del refugio dejamos los esquí, y todavía hay unas cortas
escaleritas para no echarlas de menos ;-)
Subida al refugio FinsteraarhornHütte desde el glaciar
FinsteraarhornHütte (3.048): El refugio está muy bien, habiendo sido recientemente reformado, y disfruta también de muy buenas vistas. La cena está bien, habiendo buenas raciones. Los baños están dentro del refugio, pero no hay que asustarse porque no son tan "perfumados" como los de Konkordia. En principio no hay agua, pero si ha hecho calor y hay suerte hacia el final del día puede salir un hilillo de agua de los grifos.
Un cartelito en el refugio ya nos aviso de los peligros de la zona, y no se refiere aludes, grietas o seracs: "Peligro de tiro" con un calendario de las fechas de prácticas de tiro de los militares, un mapa de la zona por donde nos movemos prohibiendo el acceso en las fechas señaladas a ciertos lugares, declinando toda responsabilidad para quien no lo respete, y señalando una zona segura "excepto por circunstancias que escapen a su control"; también avisan de que si se encuentra una bomba no se toque .... ooooohhh, nos quedaremos sin souvenir :-(
El Finsteraarhorn aunque no sea la cima más famosa del Oberland (frente al Eiger, Jungfrau y Mönch) es la más alta de la zona, así que es muy codiciada por la gran mayoría de gente que viene por aquí, y nosotros no somos menos, así que era uno de nuestros principales objetivos si el tiempo lo permitía, con la única duda de la dificultad de su cresta final.
Salimos del refugio Finsteraarhorn, bajamos las escaleras,
ponemos crampones, cargamos los esquís a la espalda y empezamos la
ascensión.
0:00 Partimos a las 6:25 subiendo hacia la derecha. Subimos porteando, como el resto de gente, porque la pendiente es fuerte, y la nieve además de muy dura esta muy irregular por las huellas de quienes bajaron el día anterior por aquí.
En aproximadamente una hora quizás se podrían poner ya los esquís, dependiendo de la nieve, pero decidimos continuar porteando, porque la nieve sigue muy dura y con crampones se avanza cómodamente, y sobre todo porque poco más arriba hay un contrafuerte rocoso que exige quitarse los esquís y volver a portear.
1:40 Por la izquierda baja un contrafuerte desde la cima del Finsteraarhorn, que debemos pasar para poder continuar la subida. Vemos poco más arriba el punto débil del contrafuerte suroeste al que nos dirigimos. Tras un tramo pendiente que todavía se podría ganar en esquís, toca después continuar por piedra, y en 10' se llega al paso que permite bajar al glaciar por el otro lado.
Paso del contrafuerte suroeste
2:05 En el collado rocoso (3.616m), Frühstücksplatz (lugar de desayuno), hacemos una parada 30', para comer, quitar crampones y preparar esquís. Pasamos al otro lado y empezamos ya la subida a la derecha foqueando por el glaciar. La ascensión es cómoda realizando amplias zetas y esquivando algunas grietas que no nos suponen ningún problema.
4:05 Collado Hugisattel (4.088m), su nombre significa "silla de Hugi", porque aquí esperó sentado F.J.Hugi en la primera ascensión a este pico por esta vertiente. Nueva parada, donde dejamos los esquís y algunos trastos para aligerar peso, ponemos crampones, y para arriba. Empezamos subiendo por la vertiente derecha, cayendo la vertiente izquierda a plano.
Subida de la cresta desde el Collado Hugisattel
La cresta es muy larga; subimos despacio y desencordados,
dejando paso a la gente que baja
encordada. La ascensión de la cresta
es en mixto, mayoritariamente por roca, al menos este año escaso en
nevadas y en estas
fechas La ascensión tiene una dificultad mantenida que se complica más
en
ciertos pasos de roca por ir con botas de esquí y crampones, habiendo
algunos pasos de II. Pero quizás lo más delicado es alguna ladera
de nieve helada con importante exposición, y no por su dificultad sino
porque cualquier tropezón sería mucho más peligroso.
6:05 Finsteraarhorn. Llegamos muy satisfechos de
hacer cumbre. En la cima hay una
cruz con la palabra "solideohonor"
(Soli Deo Honor: Solo a Dios Honor). Las vistas son muy buenas,
pero
tampoco nos estamos mucho rato, porque sopla aire frío y porque empieza
a ser un poco tarde.
La bajada siempre es más delicada, por que es más fácil un patinazo o un fallo, por lo que nos encordamos por seguridad. Es decir, después de pasearnos varios días "disfrazados de montañeros" con arneses de los que colgábamos ferralla diversa a modo de abalorios de joyería para impresionar en las fotos, y de dejar siempre sobresalir un poco de cuerda de las mochilas para que parezca que sabemos lo que nos hacemos, a la vez que pasar desapercibidos entre los que nos rodean sin que se note que somos unos domingueros, por fin los usaremos :-D
Así, entre pasar cuerdas por las piedras para asegurar algunos pasos acabamos tardando bastante más de bajada que de subida, un par de horas o poco más.Desde el collado empezamos el descenso esquiando, con nieve durilla y un poco incómoda. Casi a la altura del collado rocoso del paso del contrafuerte de subida, en lugar de dirigirnos hacia él, bajamos en dirección contraria, es decir tiramos completamente a la derecha, ya que la bajada directa sin pasar el contrafuerte es un serac abierto e impracticable. Una vez cambiamos de ladera, pasando otro contrafuerte, seguimos el descenso a la izquierda. Algo más abajo, hay que evitar otro serac superándolo por la izquierda, para después pasar a la derecha bajo el serac, llegando finalmente al glaciar de FiescherGletscher, en 50' bajada sin prisas. Y desde allí en un cómodo deslizamiento sin remar llegamos a la base del refugio, repitiéndose después la "tortura" diaria de tener que subir al refugio que queda bastante por encima del glaciar a causa de la disminución de éstos. ¡¡¡Maldito kambio klimátiko!! ;-)
Subida al Finsteraarhorn desde el refugio y descenso esquiando
Finsteraarhorn visto desde
el Gross
Grünhorn
Cara SurEste del
Finsteraarhorn, desde el glaciar StuderGletscher
camino del refugio Oberaarjoch
Después de haber hecho el pico Finsteraarhorn, nos tomamos un día de tranquilidad, sin grandes madrugones ni estar pendientes de horarios, llegando al Refugio Oberaarjoch prontito, cosa que vino bien porque después empeoró el día.
El día anterior habíamos dejado los esquís al pie de la subida del refugio, junto al glaciar, por lo que bajamos tranquilamente a pie. Abajo nos preparamos, calzamos esquís sin focas y empezamos la jornada.
0:00 Partimos a las 9:00 esquiando hacia la izquierda,
bajando por el glaciar de FiescherGletscher. La pendiente es suave, con
lo que no hay que hacer ningún esfuerzo sino dejarse deslizar
suavemente, y además al no tener prisas paramos de vez en cuando a
hacer
fotos.
Una opción interesante y fácil para hacer la jornada más interesante
sería subir al Wyssnollen, en caso de que no se hubiera hecho, y otra
opción todavía más interesante, pero un poco más cañera, sería subir al
Grosses
Wannenhorn (3.905m) por una ladera a la derecha que queda un poco más
abajo de la que sube al Wyssnollen. Pero como se ha dicho, hoy es un
día "vago".
Para cuando se acaban las paredes de la izquierda vamos tirando hacia el lado izquierdo del glaciar.
0:25 (despacito) Llegamos a la confluencia de glaciares, donde paramos un rato a poner focas, y subimos a la izquierda hacia el glaciar GalmiGletscher.
1:10 A la izquierda dejamos un serac pudiendo subirse por su derecha, camino marcado en los mapas y donde hay algunas huellas que ascienden realizando cortas zetas, pero preferimos desviarnos un poco más a la derecha dando un pequeño rodeo que resulta mucho más cómodo y seguro. Vamos despacito.
Rodeo por la derecha, subiendo al glaciar
GalmiGletscher
2:05 Tras cerrar el rodeo hacia la izquierda llegamos arriba a la muy amplia explanada del glaciar GalmiGletscher. A la derecha está el pico Vorder Galmihorn, una bonita pala de subida y mejor de bajada esquiando, pero lo dejamos para el día siguiente, ya que la ruta pasa cerca de él.
Seguimos hacia el fondo del plateau,
dirección norte por el glaciar StuderGletscher, dirigiéndonos a un collado
que queda al fondo a la derecha, justo debajo una
pala que parece una pista de salto de trampolín que baja del pico
Oberaarhorn, quedando el
Refugio justo encima del collado a la izquierda. A nuestra izquierda está el Finsteraarhorn,
ya que lo que lo hemos estado rodeando por el Sur.
Acceso al collado y refugio Oberaarjoch
2:55 Collado Oberaarjoch. El refugio queda a la izquierda, encima de nuestras cabezas. Avanzamos unos metros y dejamos los esquís al pie de un rampa que sube hacia la izquierda. Superada la rampa hay una repisa, desde donde sube una escalinata vertical de hierro. Arriba hay un pasadizo protegido de la caída de piedras por tablones, que parece un túnel con el suelo y la pared de hielo por las chorreras congeladas, y donde hay que ir con cuidado de no patinar, porque aunque hay una precaria cadeneta de protección es bastante expuesto. Y después de todo esto se llega al refugio.
OberaarjochHütte (3.258): refugio bastante más pequeño que los anteriores y menos masificado. Tenemos suerte de que hubiera poca gente porque si no se puede quedar pequeño, y con poco espacio para dormir. Aparte de eso resulta "más auténtico", más refugio, algo antiguo de madera y más koketo. Los guardas muy agradables, y la cena muy buena, con un cocinero esmerado que hasta nos hizo un postre casero excelente (un postre tradicional con unas natillas y un brioche hechos por él mismo).
No hay visibilidad así que toca seguir muy de cerca el GPS analógico (Güella Pa'Seguir) sin alejarse lo más mínimo de ellas para no perderlas de vista, y de vez en cuando confirmarlo con el GPS digital. De la misma forma no debemos separarnos para no perdernos de vista.
0:00 Salimos del refugio a las 8:35 bajando hasta los esquís, en el collado. Allí nos los ponemos sin focas y bajamos esquiando a la derecha, para después deslizarnos por el glaciar StuderGletscher, repitiendo el recorrido del día anterior.
0:15 Cuando "se supone" que estamos al pie de la ladera de subida al pico Vorder Galmihorn (3.517 m), paramos a poner focas, pero no sin antes confirmarlo con el GPS digital. Empezamos la subida siguiendo huellas sin ver más que unos pocos metros por delante, y sin tener muy claro hacia que lado de la pala subimos.
Ascenso al Collado Bächilücke, con la alterativa del Vorder
Galmihorn
1:45 Collado Bächilücke (3.380) No vemos
nada, ni siquiera estamos totalmente seguros de que estemos en el
mejor lado del collado, hasta que vemos algunas
huellas que bajan por la otra vertiente. Lo normal si hubiera habido
visibilidad habría sido subir al
pico Vorder
Galmihorn, que queda a la derecha, allí quitar focas y bajar hasta el
collado esquiando para continuar valle abajo, pero con nula
visibilidad, nadie duda que la única opción razonable es no ir al pico,
y con condiciones tan malas al menos por una vez todos estamos de
acuerdo en ser razonables.
2:05 Tras 20' en el collado confirmando el camino, quitando focas, y preparándonos para el descenso esquiando, empezamos el descenso. Los primeros 20 metros los hacemos a pie, ya que los primeros metros tienen fuerte pendiente y una rimaya y no vemos lo que tenemos justo debajo. Después ponemos esquís y seguimos esquiando.
El descenso por el glaciar de BächiGletscher es muy lento, porque
debemos estar muy atentos a no perder las huellas, y a recuperarlas
cuando las perdemos, además de estar atentos a no perder a nadie de
vista. Y debemos ir con cuidado adicional no sólo porque no conocemos
esta zona, sino porque además se supone que hay grietas y seracs que no
podemos prever por la nula visibilidad. De vez en cuando confirmamos
que no acabemos en otro valle con el GPS, aunque éste no nos evitará
las grietas.
Los últimos tramos escasea la nieve, así que vamos rateando esquiando entre piedras por la derecha del valle para descender el máximo posible. En eso no hay diferencia entre Alpes y Pirineos.
Parte final del descenso hasta la semi-presa
3:36 Apurando llegamos a una especie de presa incompleta
(quizás para cortar
riadas) a 2.150 m, donde quitamos los esquís, pasando a su lado
izquierdo, hasta donde justo llega la pista.
Otros
años con más nieve se puede seguir esquiando por la misma pista.
En el refugio nos habían recomendado pillar un taxi para evitar un gran porteo, pero no sabiendo a qué hora llegaríamos no quisimos reservarlo desde el mismo refugio, como hacen otros, y como hizo un grupo que llegó más tarde. Desde aquí no teníamos cobertura, así que cargamos esquís y para abajo por la pista. Más abajo, en una explanada, donde se supone que los coches pueden dar la vuelta, vimos un cartelito ofreciendo un taxi, con otro nº de tfno. distinto al que nos dieron en el refugio, se supone que es el lugar donde los taxis recogerán a la gente. No conseguimos contactar así que decidimos seguir bajando un poco más.
Al rato, con el pueblo abajo a la vista, llamamos, y conseguimos contactar, así que vendría el taxi a recogernos a nosotros, y a un grupo que llegó después y se había quedado esperando arriba. El taxi era una pequeña fragoneta, con un remolque donde echar los esquís y las mochilas, y donde sentados unos encima de otros, cual sardinas en lata, conseguimos entrar los dos grupos. Costó 10 CHF por persona, dinero bien invertidos porque nos ahorró un larguísimo porteo infernal por la pista, que nos hubiera destrozado los pies, y nos hubiéramos tenido que gastar ese mismo dinero en tratamiento de ampollas.
Reckingen el taxista nos deja en la misma estación de trenes. Allí "subvencionamos" el alto nivel de vida de los suizos, por medio de sus abusivos precios del tren, 58,20 CHF = 46,2€ hasta Interlaken. Después de la inmersión en un mundo blanco, y en una rutina de montaña, se hace raro estar de vuelta, teniendo una sensación de que hubiera pasado un mes en lugar de una semana.
En la vuelta a Zaragoza aprovechamos para hacer un poco de turismo
parando en Gruyères, preciosa y recomendable su ciudad medieval, ¿a que
no adivinais de qué era la excelente fondue que comimos allí?
Y para terminar, como de bien nacidos es ser agradecidos, aunque en nuestro caso lo de bien-nacidos sea más que discutible ;-) como sí somos agradecidos mención especial a Fernando y Juanjo kroketas, sin cuyos consejos e ideas esta aventurilla como mínimo no hubiera resultado tan exitosa como fue.